viernes, 29 de noviembre de 2013

Jaume

Cuando naciste fue un día muy especial. Tuve la suerte de conseguir un parto natural, bien atendida y acompañada por mi buena amiga Roser (ginecóloga) y con tu padre todo el rato a mi lado, viviendo juntos la emoción de conocerte. 

Los nacimientos tienen algo de magia. En cada recién nacido vuelvo a sentir la misma ternura, esa sensación de cosquilleo en el alma. Esa admiración por la madre naturaleza que nos permite vivir la vida en estado puro. 

Esta noche hemos celebrado tus 21 años. Regalos (algunos cutres), risas, pizzas artesanas hechas por tu hermano Alfonso. Pastel casero hecho por mi misma y decorado por tu sobrina Emma (mi nieta). Todo delicioso y boniquitísimo, a qué si? 

Música en directo, obsequio de nuestros músicos particulares, tus hermanos Marc y Elena. Calor de cosica familiar. Juntos, compartiendo, disfrutando. Lo que viene siendo un cumpleaños. 

Estar con vosotros, mis hijos, mis nietos... es algo estupendo. 

Os miro, compruebo que ya sois mayores,  autosuficientes e independientes (si hubiera o hubiese trabajo). Que sois muy buenas personas, que me encantais, que me haceis sentir muy afortunada. Me siento bien porque somos una familia, a pesar de hacer las cosas de forma poco usual, y noto como una caricia en en corazón. 


Esta noche hemos estado bien, los de casa, todos menos tu sobrino Manu (mi nieto), que vive a "toporcu". Todos menos tu hermano Xavi, que está... 

Felicidades Jaume,  me caes bien y se que llegarás a ser lo que quieras ser. Te quiero.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

sencillez

Me acerqué con una amiga a la lectura del manifiesto contra la violencia de género. Un acto que debería estar obsoleto y que desafortunadamente está a la orden del día (sociedad hipócrita y machista). 

Pues bien, en medio de la actuación de dos músicos (gracias) mi sobrino-nieto, un niño muy especial (tiene 19 meses), cruzó la plaza cuando me vio: "tieta"... y mi alma se llenó de alegría.  

Muchas veces los detalles más sencillos, si los apreciamos, si les damos la oportunidad de que "nos toquen", pueden hacernos sonreír, con esa sonrisa que te deja con cara de boba. Recordando que la vida está en esa inocente mirada limpia de un peque. Recuperando esa ilusión que guardamos en algún rincón del cuarto de los trastos de la memoria.

Dejo que se llenen los pulmones de un aire suavecito, limpio, que ensancha y deja que el corazón lata con soltura. Simplemente. 


Puestos a tener un día suave, me llama mi amiga, la que vive a 400 Km, con la que compartí una época estupenda de nuestras vidas (y luego la más chunga), pues eso, q está en Valls, q podemos pasar un rato juntas... media tarde, solas y a solas... qué delicia. 

Y claro, llego a casa y en lugar de refunfuñar porque nadie ha recogido la mesa, la cena ni está diseñada... vamos como pa cabrearse o algo. Pues como estoy estupenda me sale la payasa q llevo dentro, empiezo a hacer el tonto (cual si estuviera o estuviese enamorada, pero sin estarlo). Elen empieza a escribir en el face todo lo que digo, transcripción libre, y jajaja.

Os parecía que siempre estoy profunda y/o llorosa?. Que triunfa la tristeza que llevo en la sangre?. Para nada, cuando estoy mal, lo bordo. Pero cuando estoy alegre se ríe hasta el apuntador. Y es que a estas alturas lo que vale vale y punto pelota.

En realidad la imagen que doy depende mucho de mi momento pero sobretodo de los ojos y la mirada de la persona que me mire y como sólo me interesan aquellas personas que lo hagan desde el corazón... pues al resto, aire!

Gracias por estos momentos mágicos que me ayudan a traspasar el llanto y convertirlo en carcajada. (Hoy mismo había motivos sobrados para estar fatal, incluso se me escapó media lágrima y decidí sacar la fuerza que comprende).



Alegría sencilla, quien se apunta?




martes, 26 de noviembre de 2013

enhebrar

Intentar enhebrar una aguja pequeña teniendo vista cansada... es complicado. Limpio las gafas, me acerco a la ventana, nada. Tengo paciencia, sigo con el intento... cojo una aguja un poquito más grande y... a coser! 

Mientras tanto voy pensando en cosas de vida, me pregunto si en realidad todo es cuestión de paciencia, maña, concentración o si casi siempre es mejor cambiar algún elemento mejorable para facilitar. 

También me ha venido a la cabeza la frase de "dar puntadas sin hilo", algo así como que ya que te pones ponle el hilo a la aguja y que las puntadas sirvan para algo. Claro que coser por coser se puede desde zurcir hasta bordar. Desde remendar algo muy gastado hasta crear algo completamente nuevo. Hilvanar o incluso hacer vainica doble. 

Y qué decir del famoso corte y confección, eso ya es un mundo aparte, para personas expertas. Lo mio va desde coser descosidos hasta el punto de cruz, todo muy sencillo, de andar por casa.  

En el cole siempre me castigaban por mi falta de entusiasmo ante "las labores del hogar", mientras las alumnas más eficientes realizaban mantelerías yo... hacia un "tu y yo", tan ricamente. Es curioso que siendo una marujona me entusiasmen tan poquito las tareas domésticas.  

Ahora que estoy sin trabajo, de ese de cotizar, tener horario y nómina, de ese del que carecemos muchos ciudadanos de a pie. Pues oye, que sigue sin llenarme ni una miaja lo del fregoteo, tal vez deba dedicarme a coser y cantar.


De momento me ha dado por escribir y en ello estoy, enhebrando palabras, con puntadas con hilos, a veces brillantes, otras veces deshilachados y alguna vez descoloridos... combinar los colores y los tejidos, utilizando las agujas apropiadas y luego ya vamos viendo si aprendemos de una vez a hacer patchwork (asignatura pendiente).   



Mientras haya alguna persona a la que le apetezca leerme... es cuestión de ponerme las gafas "del serca" y buscar buena luz... para poder hilar frases legibles.  

sábado, 23 de noviembre de 2013

Xavi

Hoy hace dos años y medio... 

La emoción de la añoranza es muy potente, los estados de ánimo ante un gran duelo pueden llevarte desde el llanto más profundo a la risa más sincera y alegre. Es como si enfrentarnos a la muerte así, de cara, nos hiciera valorar aún más la vida. Ante esto sobrevivir es de cobardes. Nuestros muertos nos obligan a estar muy vivos


Con ellos en el corazón, viviendo el presente, sin anclarnos en el pasado. Recordando su recuerdo, nuestros recuerdos. 

Aprendes que la razón, tener razón, carece de importancia. Importante es decir te quiero, así, sin anestesia, clarito y a la cara. Llenarnos el corazón con la compañía de los nuestros, con sus logros, con sus inquietudes, desde la distancia necesaria para permitirles crecer, realizar sus proyectos, dejando siempre la puerta entreabierta. 

Hacer un guiño a la leve frontera entre la vida y la muerte, sin temerla ni desearla, sin obviarla. Cuando mi hija Elena me pregunta: mamá te vas a morir? mi respuesta siempre es si, añadiendo que espero y deseo que no sea ahora mismo. Sobretodo porque una vez decides quedarte (durante un duelo severo a veces hay dudas)... pues te quedas con todas sus consecuencias.

Te vuelves selectivo con los afectos, con el ocio, con la necesidad de dedicarte tiempo. Sin importarte tanto la aprobación ni las pequeñas manipulaciones del entorno. Sin tantas concesiones a los egos.

Disfrutar un buen libro, aquella canción que escuchas con los auriculares para sentirla más tuya. Coger el coche para acercarte a pasear por la playa. Hacer deporte (y dejar de hacerlo). Saborear el café sólo... o acompañado. "Perder" el tiempo jugando para aliviar el alma triste...

Un día de estos tuve una conversación muy interesante (con mi hijo Marc) sobre el tema del esfuerzo. De cómo entendemos cada uno el concepto de esforzarse. Para la mayoría quiere decir hacer muchas cosas y hacerlas aunque te importen un pimiento, estar muy activo y acabar muy cansado haciendo cosas muy "útiles".


Pues bien esto es relativo, especialmente cuando se trata de procesar un duelo severo. Lo que a ojos externos puede parecer inactividad y apatía en ocasiones es un ejercicio de interiorizar y de superación agotador. Reaprender a vivir desde el dolor intenso, desde la ausencia física de alguien tan querido, es una tarea que requiere un esfuerzo difuso y constante, silencioso, íntimo.  

Cambias las prioridades y la perspectiva. Te vuelves más prudente y más atrevido, más sensible  (aborreciendo la sensiblería), necesitas más ternura y eres más duro... si todo eso se llama aprendizaje pues habrá que aprender y seguir levantándonos después de caer.



Xavi, gracias por elegirme como madre. Hoy también te quiero.


viernes, 22 de noviembre de 2013

abrazo




Escribo en la playa, escuchando el mar...




Nadie es más que nadie?. Ante la muerte nos quedamos sin jerarquías. El dolor del duelo nos iguala. 


Hoy quiero dedicarte una sonrisa extra y otra especialmente a tu madre, la que fue un día de mis mejores amigas, la que la vida nos distanció irremediablemente, con la que temporalmente nos une el inmenso llanto de perder un hijo. (Ahora ya da un poco igual si nos llevamos bien o mal, o incluso si nos ignoramos).

He ido a tu funeral, oír cantar en directo ha sido estremecedor. He sentido como que no pertenecía. A menudo conecto con emociones ajenas y otras veces me es imposible conectar. Debe haber resonancias asonantes, como las rimas, e incluso disonantes.

Sea como fuere me inclino ante el dolor, en especial el de las madres supervivientes, conecte con ellas o... haya un abismo.

Gracias. El café con amigos y ex-compis...

En mi familia tenemos un máster en muertes prematuras, a mi tio Carlos le gustaban las chirimoyas, mi madre y yo seguimos comiéndolas en su honor, aunque las de ahora sean insípidas. A Xavi le encantaban los macarrones caseros con muuucho queso, los seguimos haciendo, la suerte es que hubo muchos sábados macarroneros también con él. 

Me obsesionaba la realidad de "nunca más, ni un minuto más"... pero es mentira porque todo lo que vivimos juntos está en mi, ya forma parte y nadie nos lo puede robar.


Corre por la red el vídeo de Jorge Bucay "buscate un amante", pues sí, así mismo viene siendo. Amante es lo que nos apasiona... es "alguien" o "algo" que nos pone de "novio con la vida". Interesante.




Me acerco al mar, necesito desconectar para reconectarme.

Siento el viento frío en contraste con la caricia del sol, acompañada de la armonía de las olas. Estoy sola, lo agradezco.

Hoy he dado un abrazo muy difícil. Me dais uno a mi? Uno muy fuerte y tierno.

martes, 19 de noviembre de 2013

vesícula

Hoy me permito copiaros una carta que escribí a un buen amigo el 08/08/13 (le pedí permiso para compartirla):

"Mi viaje es de andar por casa, sin ir más lejos, un pequeño paseo de reconexión.

Era Navidad, la segunda sin Xavi. Época que me invitaba a pasear por el pasado, de la mano de mi padre, añorando a mi hijo... ¿es la cosa navideña un “lugar común”?
Mi natural rebeldía actuó por libre obviando el evento de “felicidad familiar” envasada al vacío, en lotes de productos llamativos, indigestos y prescindibles.
Desde la acracia “normalicé” las citadas fechas resumiéndolas y elevándolas a reuniones de clan, las cuales vienen ocurriendo a lo largo del año, sin más ni menos que el placer de disfrutar los unos de los otros, y viceversa.

Llegamos a enero, a pie. Me sentía sola, con ganas de hibernar, como cada invierno. Albert se quedó dormido tan profundamente que recuperó la sonrisa... desde la calma.

Mis tripas se revolvieron, mis entrañas protestaban reclamando mi atención, a mi misma, a través de ellas. En mi despiste habitual hice un caso relativo, esto será pasajero, temporal, como la propia vida.

Mi voz interna insistía: Emma! si estás estropeada ni trampa ni cartón... o te curas o empeoras... Para curarme tengo que cuidarme, para empeorar simplemente dejar pasar el tiempo, que por si mismo viene siendo que curativo poco.

(Gracias por la música, escribo escuchando”místico mediterráneo”)

El tiempo iba pasando... mi energía diluyéndose, empezaba a sentirme en tierra de nadie. Sin fuerzas físicas para nada, sin motivación... recaída en el proceso de duelo? Pos va a ser que... (o tal vez si?), me encontraba fatalmente, molestias muy molestas, indigestión, inflamación abdominal, cansancio extremo... pude comprobar que las técnicas aprendidas ayudan a paliar y digerir (tapping... ).

El desgaste acumulado y parcialmente ignorado, siempre estoy tan ocupada!

La imagen inimaginable: dolor de intensidad intensa. Me dejo llevar, por 3ª vez, al inhóspito hospital. Desde dentro sensación de desgarro, desde fuera preocupación confusa compartida, acompañada... gracias!!

En lo físico, corre corre. En lo emocional, cierta calma adornada con revuelo interno, sin miedo, sin prisa, reconciliando cuerpo, mente y espíritu para su reencuentro, el mío conmigo misma.

Por lo demás aceptaba que ni me dejaran comer, ni beber. Agradecía que me lavaran dado que ni me podía levantar ni para ir al lavabo, permanecía enganchada a los goteros con su diverso y variado contenido.

Entre tanto tuve que pasar por un extra durante el cual mi cuerpo parecía querer liberarse de las ataduras físicas, sobrevolándome desde poca altura observaba como inyectaban algún remedio al tiempo que pitaban las alarmas... aquí entró mi amigo Pep y me devolvió al momento presente, ahora pasado, intentando convencerme de que todo era “normal”... sus ojos de miedo me bajaron al mundo, yo me sentía bien, muy bien, tranquila, con una enorme sonrisa interna... inconsciente, espontánea.


Limpieza, aceptación, sensación de sanación... lenta, dolorosa, incomoda.

Acepté de buen grado la agradable compañía ya que me era más fácil y comprendía su cariño, al tiempo que al ser tantos en algún momento se despistaban con los turnos y me quedaba sola... todo perfecto... "

Y hasta aquí, hasta ahora.







domingo, 17 de noviembre de 2013

emocionalidad

Hoy quiero escribir sobre la emocionalidad, estos días ando revueltilla, a ver que me sale sin caer en los típicos tópicos.


Ser una persona muy emocional viene siendo poco práctico para la vida "normal". Serlo poco... ni idea. Ser analfabeto en emociones, una pena. 

A mi los entendidos en la materia siempre me han dicho que lo soy demasiado y algunos añaden que mi nombre así lo indica.

La cuestión está en cómo gestionamos la emoción, porque el hecho de sentirla puede ser estupendo. 

Vengo comprobando que mi forma de entender la vida, una vez más, es diferente a  la  de  muchas personas conocidas, incluso  de  mi entorno. Esto es ni bueno ni malo sino todo lo contrario... (frase de mi padre).

Si ser activo emocionalmente equivale a ser sensiblero y la emotividad impide pensar con claridad, entonces tenemos un problema. Si dicha actividad se acompaña de otros aspectos como la coherencia, al igual estamos ante algo bueno.

Tiene algo que ver con la empatía? Cuando se trata de interactuar tal vez si, el tema es cómo nos afecta a nosotros mismos, de qué forma influyen las emociones en nuestras decisiones, relaciones, comunicación, actividad, afectividad y efectividad.

Hace poco alguien muy querido afirmaba ser incompetente emocional para justificar una reacción negativa desmedida... acaso la negatividad deja de ser una emoción? En todo caso será una de las chungas.

Qué entendemos por ser muy emocional? Ser poco racional? Por qué detrás de ello "catalogamos" a las personas? 
Odio poner etiquetas... y, como todos, termino haciéndolo, es lo que tiene ser ciudadano de a pie, somos tan limitaditos!.

Me da más miedo alguien demasiado mental, frío y/o insensible, osea ineficaz emocionalmente. Prefiero los flowers powers como yo que aún somos capaces de emocionarnos con las cosas sencillas de la vida. 

Inteligencia emocional? muchomasmejor emocionales inteligentes, es decir, aquellas personas que tienen consciencia de sus emociones y saben manejarlas mínimamente para seguir adelante con sus vidas, sin dramatismos ni estridencias, mirando a los ojos. 


Me pido rodearme de personas humanas emocionalmente maduras, sensibles, empáticas, generosas... y sonrientes... quien se apunta?




  

domingo, 10 de noviembre de 2013

duelo


Cuando murió mi padre sentí un dolor intenso en el corazón, un dolor físico muy agudo. 

Inmediatamente entré en la fase de negación, mezclada con una rabia tirando a agresiva... después me quedé en estado de letargo emocional. 

Trabajaba, atendía mis hijos, mi casa... pero sin estar presente. 

Me sentí huérfana, aquel que me protegía, que me daba aquellos abrazos de oso, que con su mirada podía ser el más duro y el más dulce... se había ido para siempre.


Fue un año horrible en el que murieron abuela, primo hermano, padre y abuelo... Uff.

Durante 20 años mi listón ante las dificultades de la vida era siempre el mismo: Si he superado la muerte de mi padre puedo con todo... (Había "superado" el año terrible).

Me casé por segunda vez, tuve a los dos peques, me volví a divorciar. Paralelamente fui abuela. Me reciclé laboralmente, volví a empezar una y otra vez. Cada momento que la temporalidad de la vida exigía un cambio, cambiaba. 

Hasta que llegó el día que realmente lo cambió todo, el momento más infinitamente terrorífico de toda mi vida. La llamada que me dijo que mi hijo estaba muerto... Muerto!? Cómo es posible? Si él es tan vital como la propia vida!

Entonces el dolor es de una magnitud insoportable, rayando en la locura, hasta el punto que el cerebro y el cuerpo se desconectan y me fundo. Me voy.

Gracias a las personas que estaban  allí y a los de arriba que me barraron el paso... me quedé. Mis otros hijos, las personas que me quieren, mis nietos... y yo misma nos merecemos estar juntos para reinventarnos. Para seguir adelante sin él. 

Al principio sentía que nada valia la pena, que todo me daba igual, que la vida era una trampa, vamos que en el fondo me quería morir.

Sin prisa pero sin pausa iba respirando mejor, empecé a dormir y a comer casi sin darme cuenta. 

Llegó el primer cumpleaños sin cumplir, la primera navidad, el primer aniversario de la tragedia... mientras tanto mogollón de actos en los que no sabía si llorar, fundirme o salir corriendo... ahora he aprendido a disfrutarlos y agradecerlos.

Y hasta aquí, hasta ahora. Me cansé de llenar libretas escribiendo para mi misma y un día me atreví a compartir con vosotros mis pensamientos, emociones, deseos, ideas, proyectos.

El caso y la cosa es que es imprescindible decir los te quiero en vida. Disfrutar de cada vivencia, cada sonrisa, cada anhelo. Compartir tristezas y alegrías...

Hoy ha tocado una entrada dura, sin ironía. Tal cual. Mañana tal vez vuelva a haceros sonreír.

Seguiréis estando aquí para leerme?



martes, 5 de noviembre de 2013

cumpleaños

Xavi, hace 35 años tuve el honor de "tenerte", eras un bebé lleno de luz, largo, delgado. Un ser con una vitalidad excepcional. Llorabas mucho y también sonreías de una forma magnética.

Hoy es tu cumple.

Cómo se celebran los cumples de los que ya nunca más cumplen? Se pasan por alto? Se lloran? Se hacen muchas cosas para estar muy activos evitando pensar? Evitando sentir? 

Gestionar las emociones pocas veces viene siendo fácil, en esta ocasión es de dificultad alta. 

Te echo de menos, se que te llevo en mi corazón y que es como si estuvieras, sin estar. El problema es que soy muy visceral y necesito mirarte a los ojos, abrazarte, compartir comidas familiares, risas, anécdotas ... llenar el espacio vital con la sonrisa, la tuya, la mía, la de los nuestros :)

Recuerdo nuestra última conversación, poco antes del desastre, en la que te dije que a Elen y a mi nos parecías feo rapado y tu me dijiste: mamá tranquila que el pelo crece... 

Cuando te fuiste mi mayor duda era cómo aprender a vivir sin ti (aún estoy en ello).

En estos dos años, cinco meses y trece días... ha habido de todo, muchas lágrimas, muchas risas, nacimientos, un niño muy especial, mucho dolor de entrañas, una boda, otro duelo cercano (cagoentó), infinitas sonrisas... 

Actos públicos, homenajes, reconocimientos, la marxa 100%, la cursa xtv, la Volta, la Vuelta... el libro... el pavelló con tu nombre... suma y sigue :) 

Xavi la liaste parda hijuco, tanto personal queriéndote a la vez!

Nosotros, los de a pie, hemos inventado el Club de Ciclisme Xavi Tondo en el que la estrella es el Campus, ya vamos por el segundo y es genial... qué te parece? A mi me encanta.

Y yo, la madre que te parió, agradezco enormemente a todas y cada una de las personas que te recuerdan con cariño, con admiración, con respeto... que están, que siguen estando a nuestro lado.

Como mami y como persona al que echo terriblemente de menos es a mi hijo, al noble, vital, alegre, petardo, inquieto... a ti que nos hacías reír a todos con tus payasadas... al que nos contagiabas tu amor por la vida.



Xavi, hoy también te quiero.