martes, 29 de diciembre de 2015

tolerancia?

Si me rechinan los higadillos ante las personas con poca tolerancia... soy intolerante?? Últimamente evito participar en según qué conversaciones porque, sinceramente, ni sé qué decir (pa que yo me calle... ).


Sea como fuere hoy me ronda por la cabeza el tema de si utilizar la contención, para evitar males mayores, implica cierto grado de tolerar hacia fuera al tiempo que aprender a ser más flexible... o sólo sirve para hacerse mala sangre. Una va desarrollando paciencia (mucha) sin olvidar lo del respeto.  

Ay mira, lo que toca ahora es agradecer a Papa Noël que sea tan dicharachero e ir preparando la carta a los Reyes, esos tan magos. Ah calla! que primero va lo del balance anual y los propósitos de enmienda para el año que viene... que coñazo!


A quien sea menester, pa el 2016 (y sucesivos) me pido un finde de verano pa mi pa siempre (como en la peli "Same Time, Next Year"). El resto del año cada mochuelo a su olivo, que bien está.  Por lo demás pues lo de siempre, ya se sabe: salud, dinero y amor. Añadir toneladas de toleración, máxima comprensión, condescendencia (bonito palabro), energía y lo que viene siendo una pizca de aguante, del verbo aguantar, pa evitar dar guantazos. 

Y seguimos para bingo, que por ahí van diciendo que la vida nos da todo lo que somos capaces de asumir, o algo parecido. Mi madre dice que tiene ganada una parcelita en el cielo, pos va a ser que yo me la pido aquí en la tierra. De hecho con quedarme a vivir en ande vivo ya me vale.



A todo esto yo había empezado divagando sobre el verbo tolerar y se me ha echado encima que hoy hace 25 años que murió mi padre, ante lo cual todo lo anterior carece de importancia. Simplemente me quito el sombrero ante ti, papá, para darte las gracias por todo lo que me das. Tenías razón, la vida te hace callo... en ello ando, limando asperezas.


Papá, Xavi, Juan... hoy también os quiero



martes, 22 de diciembre de 2015

feliznavidad

Hace muchos años me dio por decir "feliz navidad" en cualquier época del año, como símbolo de "pues mira qué bien".

En realidad para mí estas fechas siguen teniendo sabor a papá, a familia. De jóvenes vivíamos lejos de "casa" y todos hacíamos un esfuerzo extra para compartir la Nochebuena, juntos.

Mi padre, el patriarca de la tribu, preparaba con tiempo los regalos y llenaba la despensa para ofrecernos lo mejor. Volvíamos loca a mi hermana llenando la casa de churumbeles... 
Visto así, con esa connotación de reagrupamiento del clan y lleno de generosidad, la cosa navideña es algo incluso tierno.

También existe la parte ñoña y mayoritariamente la consumista. La gente falsa y las obligaciones absurdas. Los sentimientos de plástico envasados al vacío y envueltos en cursilandia... todo ello carente de contenido. Aire!! 

Luego están las sillas vacias, como si el resto de los días estuvieran a tope. Mira, ahí si que me mosqueo una miaja, con perdón. Los que faltan, faltan... en Navidad y en juliembre. "A los que ya no están echaremos de menos... " pues claro, jopeta. "Y a ver si espabilamos los que estamos vivos... " los que seguimos estando brindaremos por la vida, sin trampa ni cartón. Sin memeces, con emoción y respeto, recordándolos con una enorme sonrisa agridulce, sacando fuerzas de flaqueza. Rememorando lo bien que lo pasábamos con ellos , permitiendo que se escape alguna lagrimilla rebelde. 

En nuestra casa compartimos la Nochebuena zampando (pozi, es lo que hay), con la ingenua ilusión efímera de que lleguen las 12, para ver si nos sorprende Papa Noël dejándonos aquel regalo que nunca es el que esperas... o que por ser el esperado deja de sorprenderte. Por supuesto que ahora los colores son más tenues, e incluso los cascabeles suenan más suaves (las pérdidas pesan).  

Cuando detrás de todo ello, en los días previos, hay diversos duendecillos encargándose de hacer listas para recordar todo y a todos, intentando que sea equitativo, proveyendo las provisiones con aquella pizca de picardia glotona... entonces la cosa navideña... sigue siendo bien.

Aprovecho para lanzar mis mejores deseos para todas las personas humanas del mundo mundial... incluso en Navidad! 

Mucha, mucha fuerza y caricias en el alma para los que os estrenáis en la ausencia física de alguien querido, sólo recordaros que (aunque sea jodido)... les llevamos en el corazón.

Dicho esto, se abre la veda de los multiwhats y mensajes varios en los llamados "medios sociales". 

Recomendaciones de usoHuir de todo y todos los que nos quieran vender humo, aunque éste esté presentado en el mejor estuche del mercado.
Contra-indicacionesLos trapicheos emocionales perjudican seriamente la salud mental.


Ojalá que nos vaya bonito, ah si:
FELIZ NAVIDAD!







lunes, 14 de diciembre de 2015

confianza

Hay días en los que estoy gris, simplemente con poca luz. Son momentos de recogimiento, quizá para procesar esas experiencias que me hacen sentir como en caída libre. Sensación de densidad y espesez mental, falta de fluidez (osea la cabeza muy espesa). 

Es que el ego nos puede machacar las neuronas... Estoy viendo nuevos vídeos sobre el ego, concretamente "tu ego y tú"... uff!! Cagoentó, seguir avanzando mola, los parones cuando chocan nuestros egos son un coñazo integral.  

Tomar conciencia de los mensajes corporales, basados en los miedos y desconfianzas, con sus quejas correspondientes y los enfados derivados de todo ello... me devuelven a la realidad de que soy humana y me queda muuuuchooo por aprender.



Dones, talentos, capacidades, habilidades... si conectamos con nuestro "yo" y compartimos todo ello ya estamos siendo personas y aportando humanidad. Hacer las cosas lo mejor que podamos, confiando y haciéndolo con entusiasmo, recuperando los niveles mínimos de consciencia... es bien. 

He titulado esta entrada con la palabra confianza. Qué es confiar? Una ya ni sabe si tenían razón los agoreros que me trataban de ingenua (añadiendo que ello equivale a irresponsable) o aquellos más chalaos que yo que me tienen por alguien inteligente. 


Vuelvo a estar griposa y ojerosa, y ya van dos veces en lo que va de otoño... jopeta! Debo tener las defensas por los suelos. Ah calla que ya llega el invierno, con lo que mola, con sus días fresquitos, tirando a cortos, su falta de luz, su vientecillo que corta la respiración... un lujazo. Sí, ya lo se, hace falta la sombra para apreciar la luz.

Al igual en aquellas zonas templadicas del planeta la gente serán también personas humanas, con sus más y sus menos, sin necesidad de hibernar. Me estoy planteando irme a vivir a Las Canarias, regalar las bufandas y calzarme las sandalias, cómo lo veis? allí también encontraré buenos amigos?


Apa a seguir, con mi jarabe para la tos, el mucolítico, el antitérmico, la sopita caliente... y los mándalas que van muy bien para evitar la nerviosidad.