viernes, 25 de noviembre de 2016

cosaspequeñas


Nos empeñamos en que todo sea a lo grande, como si midiéramos las cosas a bulto, cuando a menudo lo importante son aquellas pequeñas cosas (como la canción de Serrat).

Hoy, domingo semi-tranquilo, después de disfrutar despacito del café con leche y un buen libro (sigo con "una nueva felicidad", libro que os recomiendo). Ducha sin prisa, disfrutando, secar el pelo al aire, escribir este ratito... todo ello hace que siga valorando las pequeñas cosas.

Cuando echo de menos a mi padre, añoro nuestras partidas de dominó, su abrazo, sus deliciosos mojitos, las excursiones con los peques, nuestras conversaciones...

Y de Xavi, tres cuartos de lo mismo, recuerdo su mirada pícara y limpia, su queja de más queso en los macarrones, su manera de hacernos reír por tontadas,  su forma de incordiar a los peques (y a Poma), su tener que esperarle todos para comer...

Por supuesto que ellos son mucho más que todo eso, pero en el día a día es lo que me trae la morriña, los momentos vividos de forma sencilla y cercana.

Tenemos grandes proyectos en mente, ilusiones, expectativas, esperanzas, deseos... Cuando te quedas en tierra de nadie hay que echar mano de lo cotidiano para salir adelante y recuperar ganas de vivir. 

(Lo anterior lo escribí el domingo pasado, 20/11/16)

Hoy, viernes 25, prosigo. Estos días han estado repletos de "pequeñas cosas", que para mí son muy grandes: 


Desde un regalo sorpresa con mucho cariño, que significa mucho para mi (gracias papis de Alex y de Rubén), siguiendo por participar en un trabajo de recerca de una jovencita sensible, sobre tema interesante y atípico (gracias por confiar en mi), pasando porque mi hijo mayor cuide a Abu porque yo tenga miaja fiebre, y así descansar y cuidarme (gracias Alfonso), incluyendo la satisfacción personal por haber sido capaz de hacer algo "matemático" (siendo de letras), y terminando por la llamada de una amiga para vernos cuando hace años de la última vez (gracias Ana).

Seguro que me olvido de mogollón de situaciones, pero éstas son las que me han venido a la mente según escribía.


Y hasta aquí os cuento por hoy, que tengáis un buen finde :)





lunes, 14 de noviembre de 2016

cabreos

Uff... qué mal lo hacemos cuando pagan justos por pecadores! Cada uno de nosotros está en su proceso y, en la convivencia, es fácil que salten chispas cuando hay roce, mayormente cuando una está en necesidad de silencio, o calma, o reflexión, o angustia vital o simplemente en merecido descanso dominical.

Qué jodida sensación de impotencia cuando permitimos que se activen nuestros demonios ante la provocación, cómo nos sabemos los puntos débiles! Que bonito sería incidir en potenciar-nos el lado bueno, pero ya se sabe que sin el lado oscuro nunca podemos brillar.

Desde anoche en casa reina un poco de anarquía, qué poco me gusto (a mi misma) cuando pierdo la calma... qué poco me gusta cuando me ayudan a perder-la. Estamos en un momento delicado, a nivel personal y familiar, con un nivel alto de estrés ante los cambios que se avecinan. 

Por muy valiente que se sea los miedos andan ahí, al acecho, y la falta de desconexión ayuda mucho al caos reinante. La demanda constante de la mujer mayor y el grado de exigencia es desbordante... lo cual agrava la situación.

Anoche leía un mail en el que me hablaban de la importancia del bienestar y la estabilidad en la familia, ciertamente ello es importante. Tanto como trabajar en el propio equilibrio para ser coherente y justo. 

Ando revueltilla poniendo orden en mi mente y mis emociones ante la llegada inesperada de alguien de mi tierna adolescencia. Recuerdos muy entrañables que me ayudan a situarme en mi esencia y reconocer partes mías que habían quedado solapadas ante otras premuras vitales. El tema es que para ello necesito una miaja de recogimiento y... va a ser que al coincidir, para variar, con momentos de mi entorno también movidos, pues eso, que estalló la impulsividad que nos lleva al cabreo!.

Suma y sigue, o vamos aprendiendo? Quiero ser una mujer que da repelús o prefiero sacar mi parte más estupenda? Y si pactamos y nos dejamos de sandeces? Y si guardamos las hachas y fumamos la pipa de la paz?? Y si salgo de mi mosqueo y vuelvo a bajar para comer con ellos? 

Jopeta, si es que a veces parecemos criaturas!!

(intento acoplarme y luego os cuento)


Pues bien, tras un dialogo contundente, alguna que otra lágrima limpiando culpabilidades, abrazo conciliador agridulce y echar mano de la paciencia amorosa... hemos conseguido comer, e incluso hacer sobremesa. El clan Volpini resiste a las tormentas asomando la cabeza entre el torbellino y los ataques de ansiedad. 
(esto lo escribí ayer, domingo 13/11/16)

La verdad es que ser consciente de que una reflexión a tiempo puede hacernos salir de la ofuscación y de querer tener la razón, pasando a la reconciliación, es un regalo de vida. Gracias a todas las personas que me ayudáis a crecer. La idea es ser fuerte sin perder sensibilidad.

 Que tengamos todos un buen día!







miércoles, 9 de noviembre de 2016

zonadeconfort

Cuando la zona de confort es poco confortable cuesta menos arriesgarse a salir de ella?

Sospecho que la vida de algunas personas es y ha sido mucho más "cómoda" que la mía (así como la de otros muchos más incómoda), aunque eso siempre es una apreciación parcial. Cada cual vive sus momentos como únicos, por supuesto. Pienso esto tan simple desde la reflexión, en plan crisis existencial, de un momento de esos de querer que se pare el mundo (una miaja para coger aire)

Ayer mismo colgué este post en mi muro de fb, me vino a huevo! 


De pequeña era muy miedosa, y también tímida, ingenua, cariñosa, alegre... a pesar de vivir en un ambiente mayormente frío, con abundancia de desamor y mucha falta de comunicación. 

Tal vez por eso ahora soy una cotorra y os lo suelto todo, tal cual me pasa por la mente y/o el corazón. 


Papá, lo siento, me sigue costando "hacer callo" como tu me decías... creo que cada día me vuelvo más sensible, es lo que hay.

Volviendo al tema de hoy, ser valiente para salir al mundo sin red a veces es la única opción. Eso o morirnos de asco esperando la muerte física. Aprendí de adolescente que o te espabilas o te espabilan, a soltarme el pelo como decía mi abuela. Y ahora quizá toca empezar a recogérmelo, en plan moño castañera, qué os parece?

La verdad es que convivir con la ausencia de mi hijo al tiempo que con la vejez de mi madre es tarea ardua. Suerte que también vivo cada paso adelante del peque, sus primeros pasos, sus primeras palabras, su visión del mundo tan inocente, su risa contagiosa, la ilusión que ponemos ambos en lo que compartimos.

Zona de confort... eso existe? ande anda la mía?? quien me la ha robado??? Escojo la opción de crecer y aprender, vale, pero ahora que ya sabemos que el aprendizaje es compatible con la felicidad, me pido una chispa de dulzura para hacer menos amargo el proceso.

Hace un rato le he dicho a mi hija que tengo ganas de llorar y ella me ha dicho, simplemente: pues llora!! quien le habrá enseñado ello a esta jovenzuela? 


Compis de vida, gracias (sólo me faltaba escuchar "sin tu latido" de Aute)




domingo, 6 de noviembre de 2016

Campus

Estreno esta libreta tan chula, regalo de mi hijuca, para escribir (en mi rincón favorito playístico) sobre el Campus ciclista que acaba de acabar.

Ya tengo, en el cuaderno oficial de trabajo, apuntados tanto fallos como posibles mejoras. Ahora toca la parte excelente, la aportación humana, que ha sido fabulosa... al menos para mí.

Feliz, empezando por los chavales inscritos: Alex, David, Edgar, Fran, Guillem, Joel, Marc, Pablo y Rubén (con la visita de Cris). Siguiendo por los invitados, profes, monitores y/o masajistas: Lieselot y Hilde, Bea y Rafa, Llaneras, Florencio, Linares e Isa, Quim, Dolça, Genís, Ferrán, Jonathan, Mañé, Albert y Oliver.  Acabando con los de casa: nuestro "dire" Alfonso, el diseñador del cartel Marc, el futuro cineasta Jaume (que un día nos hará un reportaje), nuestra súper-reportera Elena (y karaoketera), la canguro de la "tata" Emma jr, el joven monitor Manu y nuestro pequeño Gorka con su mini-bici trasteando entre todos. Incluyendo, por supuesto, a Mon, Montse, Carlos y Lel que han acompañado desde los coches de soporte las salidas en bici. Y la visita sorpresa de Miquel Angel con Rebeca y Jael, así como la inestimable compañía final de Maite. (Hemos echado de menos a algunos).

Pues bien, como os iba diciendo, compartir estos días con todos vosotros es un regalo por lo especiales que sois, por estar con "mis niñas" (Bea y Lieselot), por esa calidad y calidez tan sincera, sencilla y noble  de nuestros corazones que hablan en "idioma Xavi". Me siento privilegiada y disfruto cada segundo a vuestro lado.

Este año hemos tenido algún fallo a nivel organización/previsión en lo referente a planificación de las rutas en bici aunque, por supuesto, en todo momento se ha priorizado la seguridad de nuestros campuseros.

Gracias Alfonso, crear el Campus en 2012 y darle continuidad y contenido es bien, incluso muy bien. 

Consolidar-lo y combinar esencia con docencia, equilibrando, es el objetivo de cara a 2017.

Gracias a todas las personas que lo hacéis posible, incluyendo el uso de las instalaciones del Hotel Class y del Patronat d'Esports de Valls, en el Pavelló Xavier Tondo i Volpini... Y a Catlike y Movistar (por sus regalos para los chicos). 



Os esperamos a todos el año que viene! A ver si conseguimos otra vez chicas inscritas :) La comida final con los padres siempre es algo especial, este año con regalos para todos los chicos y... la canción "X" de Elena!

Me cuesta transmitir al teclado todo lo vivido, y más hoy. Tu cumple sin que cumplas ni uno más. Que las palabras mágicas: voluntad, esfuerzo, sonrisa y pasión nos acompañen para celebrar tu cumpleaños. 

El mar está tan relajado como mi esencia, la tuya, la nuestra. Va por ti, Xavi, te quiero hasta el infinito.

Hoy hace 38 años que tuve el honor de parirte :) 
aunque tu siempre tendrás 32... Felicidades Xavi!